Rompieron cristales verdes en sus ojos de musgo,
se revalsaron de lagrimas las ojeras
y tu cachetes inundados se llenaron de rosas.
Cuanto puede el agua salina lavarnos el alma?
Cuantas caricias necesitas de mis manos alijadas?
Tengo algunas respuestas del libro consultor,
Tengo algunas soluciones de mi poca experimentación.
Rodemos al jardín, está por salir el sol...
Cosamos hojitas que el otoño nos dió,
Tendremos un parche para el dolor.
Juntemos pétalos y hagamos la poción,
Respiremos suave, huele a amor.
Mi bella contemplada,
Abre tu cuerpo de hada,
Y mi abrazo de pulpo, saquen eso de tu espalda!
Decreto tu paz con estas palabras.
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